CLASES DE BAJO ELÉCTRICO Y ARMONÍA MODERNA

 TÍTULO actividad: Clases de música
Mi bajo YAMAHA RBX4A
Mi bajo YAMAHA RBX4A













TIPO actividad: creatividad

OBJETIVOS aprendizaje: 
·                     Desarrollar nuevas habilidades
·                     Adquirir una mayor conciencia de sus propias cualidades y áreas de crecimiento
·                     Emprender nuevos desafíos
·                     Mostrar perseverancia y compromiso personal en sus actividades

Reflexión:
Hoy en día la música está en todas partes, convivimos con ella a diario y probablemente sean dos las formas por las que  uno se inicia en ella: por gusto o por obligación.

Particularmente, cuando empecé a asistir a clases lo hice porque buscaba otras formas de expresarme, otras formas de desarrollar nuevas habilidades... pero, sobretodo, las comencé porque un día leí un artículo sobre cómo la música ayuda a potenciar tus otras aptitudes, es decir, para aprender a tocar el bajo eléctrico no solo hacen falta dedos, muñeca, paciencia y voluntad.

Así que, a parte de recibir clases, también asisto en tiempo parcial a mi profesor, Darío, ayudándolo cuando imparte las clases o cuando prepara sus conciertos. 

Aprender a tocar el bajo ha supuesto para mí una aportación sustancial a mis destrezas y actitudes como alumno de música y como persona. He potenciado
·                     el ejercicio de mi memoria auditiva, 
·                     la mejora de mi concentración, 
·                     el trabajo de mis habilidades motoras,
·                     el desarrollo de mi capacidad de percepción y de mi capacidad de expresión musical,
·                     la utilización de una forma de pensamiento y un lenguaje no verbal.

Otra de las cosas que he aprendido en clase es a trabajar en colaboración con otras personas ya que en clase eramos muchos y todos diferentes. Algunos éramos mejores en armonía y otros en la parte práctica, pero algo esencial en el trabajo colectivo es  saber cuándo competir y cuándo respetar a los demás, porque el profesor no es un profesor de la escuela, y no se encargaba él de decirnos que nos portásemos bien o que no discutiésemos, teníamos que ser maduros, y darnos cuenta de qué es lo que les molesta a los demás, qué les gusta o qué les motiva para apoyarlos, sobretodo cuando componíamos todos juntos o cuando les enseñábamos cosas a los más pequeños.