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Clase con alumno de 2 años |
TÍTULO actividad: clases de natación a niños de 2-6 años
TIPO actividad: servicio
PAPEL desarrollado en la actividad: profesor/monitor de natación
OBJETIVOS aprendizaje:
- Adquirir una mayor conciencia de mis propias cualidades y áreas de crecimiento
- Emprender nuevos desafíos
- Proponer y planificar actividades
- Mostrar perseverancia y compromiso personal en mis actividades
- Considerar las implicaciones éticas de mis acciones
- Desarrollar nuevas habilidades
OBJETIVOS actividad:
- Ofrecer la actividad acuática con un fin útil, educativo, recreativo y de salud
- Aprender las habilidades motrices básicas y específicas para desenvolverse en el medio acuático
- Fomentar una actitud favorable y positiva hacia la práctica de actividades acuáticas por sus efectos beneficiosos para la salud y el ocio
RESULTADOS obtenidos:
Desarrollo intelectual:
Desarrollo físico/psicomotor:
- mejora de los movimientos
- mejora de la coordinación
- fortalecimiento muscular
- mejora del equilibrio y de la postura
- desarrollo/aumento de la resistencia física
Desarrollo social/afectivo:
- mejora la relación padres-hijos
- relación con otros bebés o niños los hace más extrovertidos y aprenden a compartir
- aprenden autonomía en el agua y aumenta su confianza y seguridad en sí mismos
PERSONAS BENEFICIADAS: Alumnos, niños de 2-6 años cuya capacidad motriz y respiratoria ha mejorado.
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Clase con alumna de 4 años |
REFLEXIÓN PERSONAL:
Desde pequeño siempre he estado muy metido en el mundo de la natación y nunca he dejado de lado ese aspecto de mi vida. Por eso, me saqué el TÍTULO DE SOCORRISTA ACUÁTICO y el TÍTULO DE PRIMEROS AUXILIOS para seguir en contacto con el agua una vez ya había dejado de nadar. Por eso también y porque quería trabajar en algo que me gustase, un trabajo con el que disfrutase y creciese como persona, estando en contacto con la gente, algo que me entusiasmara, especialmente con niños pequeños.
Poco después de sacarme los títulos, mi abuela me dijo que unas familias buscaban alguien para que les diese clase a sus hijos, y ella les habló de mí. Yo acepté, ya que el trabajo estaba cerca de casa y eran todos niños pequeños, que es cuando más aprenden y más divertido es darles clase. Eran tres familias, cuatro niños, de 2 a 6 años, dos de 2 años, una niña de 4 años y el más mayor de 6 años. Comencé a darles clase a principios de julio, tres días por semana, una hora y media por la mañana cada día. Dábamos clase en la piscina de la urbanización, y aunque me gustaría decir que desde un primer momento todo fue bien, no fue así.
Al principio a los dos más pequeños les costó bastante familiarizarse conmigo, confiar en mí, y no se querían meter en el agua. Los dos mayores iban lanzados, así que me centré más en los pequeños, y a la segunda clase conseguí, con ayuda de sus madres, que entrasen en el agua. A partir de ahí todo fue mejor, y con la colaboración de los padres, conseguimos que los de 4 y 6 años aprendiesen a mantenerse a flote y nadar a un nivel razonable para su edad y que los otros dos no tuviesen miedo al agua y comenzasen a flotar.
Mi objetivo principal a lo largo de estas semanas en mis clases ha sido lograr la familiarización de los alumnos con el medio acuático (piscina) alejando sus temores e inseguridades. Para mí ha sido indispensable tener clara la metodología a utilizar a fin de cumplir los objetivos teniendo presentes los beneficios de la actividad en los niños. Juego y paciencia han sido las claves de mis clases, además de la comunicación con el bebé.